martes, 29 de marzo de 2011

29 de marzo 2011

Me pregunto si se puede amar al que te deja afuera, al que te ignora. Y cuando digo ignorar quiero decir quien tolera pero no acepta, quien no siente interés por descubrir nada lindo en las diferencias. El que con las diferencias hace abismos y solo teje puentes por donde drenar sus mierdas a jardines ajenos. Hablo sobre el narcisista, para quien el otro significa un reflejo de sí, pero sólo de lo que le gustaría ser o sino mira para el costado, maldiciendo asqueado pero con argumento... Ese no soy yo, el agua del estanque estaba descompuesta...Hablo del que ofende con su mirada de juicio final desde la tarima de los sentados a la derecha del Padre.
Hace rato que siento que corren la mirada de mí. Que soy el rostro con pústulas de la vida que viene a proclamar con su sola presencia que el mundo está podrido. Que fracasamos, que no éramos tan buenos después de todo porque nos brota la diferencia como maleza impura bajo los pies. ¿Me iré por el caño? Quién sabe... Es posible que donde se dice está la mierda nazcan las canciones.

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