viernes, 14 de septiembre de 2012

14 de septiembre de 2012 - Reflexiones pos cacerolazo



Los otros días tuve tiempo de ver algunas películas.
Dos historias que me dejaron pensando. Jack Lemon defendía a un profesor de ciencias que tuvo la mala pata de acabar preso por enseñar la Teoría de la Evolución en un pueblo gobernado por el dogma cristiano. Impúdica decían que era su enseñanza, inmoral porque desconocía las sabias enseñanzas de la Biblia. Durante el juicio, Lemon, el abogado defensor, interpela al Pastor del pueblo, George Scott, con científicos y naturalistas, cristianos muchos de ellos, que daban evidencia y prueba de que el mundo no se había inventado como lo describía la Biblia. Ni tenía la edad, ni el desarrollo descrito en el Génesis.
Muy a pesar de las intenciones del querido Pastor, el juicio no solo no condenó al profesor, sino que la puesta en debate de las viejas ideas con las nuevas teorías hizo que muchos de los pobladores se “enteraran” de que algo distinto había emergido en el mundo y sus vidas ya no iban a ser las mismas. No importaba cuanto amaran a Dios y creyeran o practicaran sus valores y preceptos, la Evolución ya estaba entre nosotros y todo un proceso de cambio se había desatado, nada se podía hacer ya contra eso…
Obvio que el Pastor, muy honesto el tipo hay que decirlo…prefiere morirse de un ataque al corazón cual mártir crucificado en esas ideas que no pudo flexibilizar ni cuestionar…al menos un poco.
El otro film era sobre Einstein y Eddington. Tal vez pocos sepan que cuando publicó la Teoría de la Relatividad fue fuertemente atacado por los religiosos y también por los que los odiaban porque era judío y alemán. Los ingleses se negaban a apoyar y desarrollar al que había sido perdedor de la guerra.  Eddington es quien revalida y comprueba que Einstein tenía razón, le da la fama y el lugar de brillantez que le correspondía en el mundo científico. Pero con el tiempo sus trabajos quedan en la oscuridad porque el tipo era quáckero y se empecina en demostrar que la Relatividad podía ser explicada y coexistir con las enseñanzas de las escrituras. No se muere como el Pastor…pero casi es lo mismo.
La Teoria de la Relatividad de Albert Einstein, en su búsqueda de un sentido claro y de certidumbres acerca del universo, termina instituyéndose como un nuevo factor de duda y ansiedad sobre esas certidumbres y sentidos cerrados. Qué linda contradicción, no? La cuestión es que la Relatividad está entre nosotros y todo un proceso de cambio se desató, nada se puede hacer ya contra eso…
Digo todo esto porque durante muchos años fue muy convincente el sentido moral cuasi bíblico que muchos le quieren dar al capitalismo y a la economía de mercado. Que el mito del derrame…que con el crecimiento económico alcanza…que siempre hubo excluidos que le vamos a hacer...
Después de varias décadas y crisis, ya no les queda más camino que empezar a cuestionarse la relación entre la ética y la economía. Y toda esa idea de capitalismo moral se les cae de la cima de las certezas ante la evidencia escandalosa de todo el sufrimiento que la desigualdad en la distribución de los recursos naturales y económicos produce en la gente. Y ni hablar del daño que le hace al planeta. No sólo diezma la calidad de vida de los pobres que viven en condiciones de deshumanizantes en materia de nutrición, educación y salubridad. También sufren este deterioro las clases medias, forzados a construir una instancia de inclusión social compitiendo despiadadamente por los puestos de trabajo y condenados a sostener el orden de la sociedad de consumo, laburando para tener y perseguidos de que después les roben.
Creo que la pregunta está instalada. La misma que se hicieron Darwin y Einstein. La pregunta ya está entre nosotros y todo un proceso de cambio se está desatando, nada se puede hacer ya contra eso…
Se puede seguir aferrado a esas estructuras que se caen  como el honesto Pastor o como el abnegado Eddington.  
Se puede protestar y reclamar, votar o participar para renovar nuestra clase dirigente. Se puede buscar representatividad política, derechos, trabajo. Se puede (aún con disgusto) ser violento, descalificar y estar enojado. Se puede querer entender y sumar…pero hay algo en lo que ya no se puede volver atrás.  Tal vez no sean los políticos que están ni los que vienen los que encarnen mejor el cambio y tengan la respuesta. Tal vez no lo sean los economistas, ni las ONG´s, ni las cooperativas, ni las empresas. Tal vez la respuesta no la tengan ellos o la tengan todos, y sea de cada uno una parte. Tal vez la respuesta sea de los intelectuales, de la fe o simplemente sea del pueblo. Quien sabe…Lo que sí sé, es que la cultura inevitablemente será otra…porque lo no se puede hacer es borrar la pregunta, y lo que viene detrás de ella tratando de ser.