lunes, 31 de enero de 2011

Episodio 3.- En clave telefónica

Me llaman para una encuesta telefónica. Contesto, en solidaridad con los operadores que no tienen la culpa de tener que hacer tan estúpida tarea para recibir un sueldo. Varias veces no pude contener la risa por la torpeza de las preguntas. Una de ellas : ¿Si ud fuera amigo de Cristina Kirchner le aconsejaría: 1) que se retire de la política; 2) que vuelva a postularse para presidente 3) no sabe? o, ¿A cuál de estos posibles candidatos a presidente ud le cree más. 1) Julio Cobos 2) Ricardo Alfonsín 3) Mauricio Macri 4) Cristina Kirchner (sin el Fernandez de) 5) no sabe?
Me pregunto como cuernos reinterpretan las respuestas los analistas y me horrorizo de que ante tan escueta información se saquen conclusiones que luego se publican como "tendencias de la opinión pública".
Si, primero: yo no soy amiga de CFK. Un consejo de amigo no siempre es el mejor politicamente hablando, un consejo de amigo contiene una carga de afecto, preocupación, cariño que se supone ligado a un previo conocimiento íntimo de la personas. No siempre sin embargo despojado de mañas subjetivas e inconcientes, como deseo de proteger al otro del mal tal y como querríamos que nos protejan a nosotros. Me pregunto si quieren evaluar en que grado de intimidad se encuentra comprometido nuestro vínculo por la presidente y si es así para qué.
 Segundo: ¿Qué a quién le creo más? ¿Qué significa creerle a alguien? ¿Sentir que dice la verdad, que es auténtico y genuino? ¿Identificarse y rendirle culto a su pensamiento? Las goriladas de Videla me parecen genuinas. El tipo está tan convencido y tanta gente piensa como él que es imposible negar lo reales que son y sin embargo no hago culto de sus creencias ni me identifico... Le creo al Che, pero ando lejos de la revolución ultimamente, y si eligiera hacerla no se si podría através de las armas y la muerte.
Creo en Dios, en su esencia creadora que dispensa vida. Pero elegí servirle sirviéndole a ninguna religión, porque no lo necesito rigiendo mi moral y mis decisiones éticas, ni quiero subordinarme a intereses que no respeto e ideas que nada tienen que ver con la fé sino con la conveniencia del hombre.
Una cosa es clara:
A ninguno de los tres los votaría.

Entónces, señores encuestadores, maravíllenme con sus explicaciones técnicas, por favor.
Ilumínenme sobre quien soy, si es que pueden con tres locas preguntas.

31 de enero 2011

Ancohe tuve un sueño. Una conversación bajo los árboles, en las antiguas vías abandonadas del tren del río, antes de que en los noventas las despertasen de su quietud romántica y salvaje. Todo era muy verde y olía a madera húmeda, a sombra y a árboles olvidados. En el sueño yo era otra, es decir, los noventas eran otros diferentes a los que fueron para mí. Conversaba con alguien con quien en la vida real muy pocas veces pude "conversar". Mi pelo se desperramaba en el viento, la moto dormitaba a mi izquierda. Humo de un cigarrillo en una boca callada y profunda, una remera amarilla, pañuelo en el cuello, piernas largas, muy largas. Le decía cosas que a nadie le dije, confesé miedos y me descubrí sintiendo cosas que en aquellos años no me hubiera atrevido a mencionar. En un momento una sensación muy extraña se albergó en la boca de mi estómago, como una nausea acalorada que indicaba angustia. La sentí tan horrendamente real que me desperté y percibí los mismos sonidos en la habitación que suelen recurrir cada vez que recuerdo y sin querer invoco los fantasmas del pasado. Y sin saber como termino inventando uno que no fue, que no será a pesar de los sueños.

sábado, 29 de enero de 2011

Episodio 2.- En clave de reflexión perturbadora

El sistema de las víctimas es muy antiguo y predecible. Existe en mi opinión, sobre todas las cosas, para no hacerse responsable del daño que las propias acciones tienen sobre los demás y así buscar fuera de uno la encarnación de la maldad donde depositar las miserias y tener una explicación de todos los errores que son propios.- El egoísmo y la cobardía amparan a las víctimas, nutren su sistema tóxico.
Me encuentro frente a una persona que cree que todo lo que uno dice o hace tarde o temprano lo perjudica, todo tarde o temprano "le rebota". Con esta lógica de permanente perjudicado, de "víctima" coarta las libertades ajenas, controla lo que no soporta que los demás demanden o necesiten. Acota, achica, empobrece. Oprime.
Podría explicarlo de muchas formas. La psicóloga en mí podría desarrollar una compleja interpretación basada en la teoría de los roles, en la ansiedades básicas de Klein. La misma también podría observar la participación activa, dialéctica de todos los constituídos en la trama (yo misma incluída) y hacer un esbozo de estrategia para avanzar hacia la salud, hacia la superficie. Que los miedos a descentrarse, que las estructuras internas tan rígidas, que cuestionarlas ufff- qué trabajo no siempre exitoso!! que patatín- que patatán...

Pero hoy no... hoy quisiera disfrutar del cielo sin análisis previos, sin retenerme en el juicio ni en el prejuicio, sin tener que maniobrar las redes laberínticas que me persiguen. Simplemente sentirme amada. Y que el amor me llegue como un viento a los labios, libre y refrescante, sin apego y con el sabor del sol en el beso. Un amor liberador y edificante, despojado, intenso. Que vivifique mi espíritu y consagre mi cuerpo. Un amor que no tengo. Un amor que ya no siento. Porque el sistema de las víctimas me sujeta como el chaleco de fuerzas a un loco y sólo me escuchan y me ven las paredes blancas del recinto de aislamiento, donde todas mis esperanzas se dedican lentamente a morir.

jueves, 27 de enero de 2011

27 de enero 2011

El pequeñín chapotea en la pileta y el adolescente en sus mundos de amistades reales y virtuales.
Miro por enésima vez El Jinete sin Cabeza hasta que escampe la siesta. Uy, los labios de Johny, los ojos negros de pupila encendida, como cometas... ¿Te acordás, amiga? Qué hombre tan bonito!!
Amanecida en el mismo estado turbado que los anteriores días, esta vez me obligo a escribirlo todo para terminar de drenar la amnios anestésica en la que permanezco estancada. Pienso en ese fluido que me mece, en esa realidad caótica y confusa que paradójicamente se me presenta impenetrable, mezquina, tiesa- Pienso en el fluir y recuerdo los momentos de meditación y visualización cuando estudiaba astrología.
En esos momentos me pareció tan bello, tan pacífico nadar en el silencio. Sin tener que hablar, ni oir, sin necesidad de explicar ni responder a nada porque todo estaba allí, en la claridad y la frescura profunda del agua. No importaban el principio ni el fin de las cosas. Todo se podía presentir y comprender sin mediar más que un gesto. Qué dulce sensación de libertad jamás imaginada. Piscis.
Fue hermoso descorrer las piedras en el fondo y ver salir al niño sonriente como un sol, mirándome a los ojos, abrazándome. Dejarse conmover por esa sensación de comunión, de felicidad absoluta y comprensión. Me encantó perderme en la tranquilidad de esa profundidad infinita de su mano. Toda la luna cabía en mí, toda la luna y todo el mar.
Fue un instante revelador, que no pude decodificar enseguida (o sí, y lo negué tres veces antes de que gallo acabase de cantar)
A Rosita le encantaba ese ser servicial y fiel. Ese ser en mí, soñador y sensible, incomprendido, solitario y poeta. Piscis.
Ella me enseño muchas cosas, me abrió muchos caminos. Creí tener el mar en mi puño, ser el mar abrazado con el cielo, sin adentro y sin afuera. Sin cuerpo y sin urgencias, pero me equivoqué.
Afuera hacen falta la palabras y las acciones. Y la claridad parece diluirse entre voluntades y discursos que no convergen a la profundidad del mar, a la dispersión, a la entrega. Todo es más denso que el azul, más pesado que una masa informe y fluctuante. Adentro hay libertad pero se está solo. Afuera es sólo una fantasía que se crea cuando estar dentro se vuelve agobio y duele. Adentro no existe el deseo, la ilusión y el sueño, sino lo que es: lo irremediablemente real, lo cercano a Dios. La finitud de nuestro alcance es el afuera donde el adentro se torna postración, dolor, enfermedad, inmovilidad, sacrificios. Piscis.
Tenía que venir él a enseñarme... y duele aún más.
Es entónces cuando quiero desgarrar el saco y arrojar lejos de mí los girones. Toda mi naturaleza me grita que hay un espacio más etéreo donde los puentes flotan sobre las nubes y los caminos son miles y móviles. Mi memoria y mi conciencia están labradas de aire, me tientan a remontarme lejos, a flotar desprendida. Me arrastran de donde vengo, pero hacia donde ya no pertenezco. Voy y vengo a los tumbos tratando de satisfacer un ego ensombrecido, pero no puedo. Porque aunque no quiera, aunque haya nacido otra, no puedo dejarlo solo nadando en el mar.


Por la noche
Ay, cuanto me cuesta la versión simbiótica de mi ser. Piscis. Corren las lágrimas por sus mejillitas y nunca se quien llora.
Una vez un profesor dijo: "Los niños reproducen de manera incomprensible la fantasía inconciente de sus padres."
Recuerdo alguna vez haber tenido esa fantasía de no existir, de borrar registro de mí para que nadie me recuerde.
¿Porqué tuvo que resonar así?
Permito el desahogo, la catarsis acuosa, con la esperanza de expiar las últimas tristezas y mañana amanecer redimidos por un nuevo cielo.

miércoles, 26 de enero de 2011

26 de enero 2011

Encontré muchas razones para no escribir hoy.
Me dije: No soy yo misma, porqué dejar hablar a este ser endiablado que me posee soto escusa del calor, el stress y otros varios. ¿Pero a quién le miento? Mejor me hago cargo de este saco de resongues y enojos que soy. Me digo: ya pasará... pero se que no pasa, solo encuentro una forma de darle una diferente perspectiva. De mentirme mejor, de negar más fielmente, de ser condescendiente y sonreir para demostrarle que a quien, no lo se, para aparentar que entiendo cuando en realidad me siento revoleada por el aire, cayendo al vacío y el fondo no se ve ni por asomo.

martes, 25 de enero de 2011

25 de enero 2011

Cayeron dos gotas locas y fue peor el remedio que la enfermedad.
El vapor del asfalto calcinado se me adhiere al humor, a la nariz, al pelo y bufa por mi boca tensa de calor y fastidio. Qué tarde de perros!!
Me siento frustrada, como si el cielo se hubiera burlado de mí con una promesa de mi fabricación personal y que él jamás pronunció. Lo imagino diciendo: Te dije, es lo que hay, ya vendrán tormentas mejores. Una mueca en su semblante parece burlase de mi deseo, de mi espera absurda por lo que jamás fue prometido. ¿Tuve al menos la decencia de pedir? O simplemente creí que caminando encontraría lo que necesitase. Que el cielo proveería lluvias suficientes para anegar mis campos de arroz y alimentar mis semillas. ¿Tuve al menos la dedicación de sembrar? O confiada de mí y de mis dones, tomé de los sacos lo que encontré y lo arrojé a ciegas, con imperturbable optimismo y frialdad. Y luego las semillas prosperaron donde pudieron y con lo que encontraron para sostenerse.
Observo el cielo gris nutrido, acopiando para sí mis respuestas, tal vez esperando un viento que las arroje lejos de mí, a suelos más fértiles, a surcos más juiciosos porque sabe que allí encontrará su réplica.

Trato de aplacarme con unos mates bajo el ventilador. Prendo un sahumerio para ahuyentar el olor horrendo a humedad.
No hay claridad ni temperatura para seguir escribiendo, mucho menos para seguir esperando; aunque ilusione el viento del sur.


Más tarde
Humor mejorando por la noche con perspectiva de sueño tranquilizador.

lunes, 24 de enero de 2011

24 de enero 2011

Que los cumplas feliiiiz!!!!
Viene completando su primera vuelta de Saturno mi querida hermanita menor, recientemente devenida en futura mamá. Parece ayer que aún era un chichoncito de piso paseándose en pañales con el pulgar izquierdo en la boca todo el día.
La tercera de tres mujeres, por lo cual no sorprende que mi viejo estuviera tan desesperado por un varón y que durante todo el embarazo mi hermana y yo nos refiriéramos a la panza como "el bebo".
Eran épocas donde no existía la ecografía y había que esperar "la sorpresa".
No se si fue porque yo era más grande cuando nació (tenía 9 años) pero pocas ocasiones de mi vida las recuerdo con tanta intensidad. Mil veces he contado de la madrugada en vela que le hice pasar a mi prima, yendo de la cama al baño toda la noche esperando el día. De la cara de mi viejo gritando: es una chancleta!! Y los dientes de mi nonna (los que la conocieron saben que no se reía muy seguido, así que como olvidarse si hasta me dió cierto pánico) Ni hablar de mi nonno. Nunca me voy a olvidar de su expresión cuando le dijimos que de segundo nombre le pusimos Constanza, en honor a él. Así de maltrecho como estaba de salud, tan cansado de la vida ya, una luz rara pero hermosísima le atravesó el rostro y me pareció ver un hombre nuevo y diferente al que yo conocía hasta ese momento.
Ay, ya vino desde el primer asomo a repartir felicidad la mocosa!!
¿Qué más puedo contar sin inundar el teclado...?
Que es valiente para confrontar el mundo sin achiques. Que cree en un mundo diferente y encontró la forma de reproducirlo, aunque más no sea en un rectángulo de pocos metros desde que se levanta hasta que se baja el telón. Que es feliz, está enamorada y me va a hacer tía pronto. Que la quiero, no solo porque es mi hermana y es otra cosa linda de lo mucho que tengo para agradecerle a la vida.
Feliz cumpleaños, bonita!! Y vamos por ellos!!

Algunas desventuras internáuticas

Por motivos aún desconocidos, ayer mientras lookeaba esta página la compu se volvió loca. No me quedó más remedio que correr hacia el cable y consolarme con alguna peli mientras planchaba la camisa. Veremos si fue solo un episodio o esto continúa.

domingo, 23 de enero de 2011

Episodio 1.- En clave de crítica constructiva

Living la vida burguesa
Mediodía de domingo recién amanecidos, tres de cuatro. Adolescente pernocta fuera de casa, en lo un primo a punto de salir para Corrientes. Imagino despedida cargada de Counter Strike y otros vicios.
Con los negocios cerrados y la heladera vacía llega la propuesta previsible del patriarca: Vamos a comer por ahí. Subimos al auto, no muchas cuadras hasta las arboladas manzanas circulares de Ciudad Jardín. El banquete, de porciones desproporcionadas. Cerveza negra tirada de espaldas a una desarmonizante svástica que adornada el cartel cincuentenario de una gasolinera (El sitio está lleno de antigüedades varias) Con la vista clavada en el ojo izquierdo de Rivadavia en un billete de Austral, prometo no volver más a este lugar.
Más tarde, en la cama acurrucados al alivio del aire acondicionado, contemplamos la copia pirateada de Toy Store 3 hasta que al Benjamín se le hace hora para ir a la pileta.
Me quedo tendida en la cama un rato más, cebo mate mientras intento hojear las últimas páginas de Drácula. Desde la tele, el intenso zapping de mi compañero me recarga de datos y sonidos sin desconcentrarme de la lectura, excepto breves paréntesis: Informe sobre el finado Ferrocarril Trasandino y el debate recurrente de la semana, los menores y la imputabilidad.
Acaricio sospechosamente el lomo negro de mi Drácula, mis ojos descansan sobre sus letras pero mi mente dispara hacia otro capítulo.
Y no se porqué me acuerdo del lunático Renfield, el zoófago come alimañas. Un pasaje particular de su coloquio con el doctor me estremece mientras resuenan en mi cabeza las palabras: menores… asesinos… inimputables… delito… inseguridad.
En su conversación sobre su ansia de fagocitar, el lunático advierte: Yo lo que quiero es vida, muuuuucha vida para llenarme de vida yo y así vivir eternamente a través de la vida que he absorbido de las bestias que he comido. En su psicosis el loco cría moscas y se las da de comer a la araña, cría arañas y se la da de comer a los pájaros, cría pájaros e intenta dárselos de comer a un gato. Supongo que el loco piensa que comerse el gato es la vía más rápida de absorción de cientos de vidas anteriormente devoradas. Él domina al gato y domina todo lo anterior. La pirámide de poder es perfecta en su cabecita de loco. Excepto por el detalle de las almas…
Qué loco, no? Mientras miro mi vida burguesa, intento un inventario de vida a disposición de mi consumo. Vida confort, aparatos, telecomunicaciones. Yo, como otros miles de zoófagos emplazados como ladrillos de la pirámide de poder, y ese pequeño y molesto detalle de las almas… ¿Quién quiere cargar con ellas? Para eso está el estado, dicen algunos, y para qué se pagan los impuestos sino… Y ellos los tienen ahí con la boca abierta para que se  las llenen sin hacer nada y nosotros, los que laburamos, sin poder salir a la calle si quiera!!- reclaman.
El agua se enfrió (o no quiero seguir escuchando y esta vez no cambia de canal por compulsión), más la perra necesita salir a hacer sus necesidades. Trago saliva, en el preciso instante en que veo pasar tres almas por la vereda. Desde la puerta entreabierta los veo llevarse una cajita de zapatos vacía que dejé en el canasto de la basura. Una de ellas me refriega su panza inflada de parásitos y me regala una mirada hermosa, negra y  resentida.
¿Quién quiere cargar con ellos? No, los señores burgueses persistirán en seguir devorando (puesto que ya lo creen su natural derecho) y de las almas que se ocupe el diablo, cuanto antes, de más jóvenes mejor, señor!! Sáquenlas de la vista, y convénzannos de que somos los necesarios, los buenos, que para eso se pagan los impuestos…


23 de enero 2011

Domingo es un buen día para empezar un diario. Una bitácora de acontecimientos en apariencia inocuos con sus respectivas reflexiones incautas. Luego de un sábado ahogado en películas melosas de princesas, reporteras heroínas y viudas arrepentidas (ni hablar de súper acción); enfrento esta decisión poseída por el estímulo que me llega de mis compañeras navegantes: escribir un diario íntimo. Para mi persona particular, una obligación de escribir paliativa de mi consabida vagancia.
En medio de la revuelta mental, (habitué de las tardes de sábado) me percato del rulo de estatua que adorna la frente de Superman y le digo a mi hijo que esa marca de gel puede ser la solución para su cresta. Como recibo una mirada distraída por respuesta, continúo inmersa en mis preguntas trascendentales, con las piernas sobre el canto de la silla y pinza de depilar en mano inquiero: ¿Por qué a Lois Lane no se le sube la pollera mientras sobrevuela la ciudad abrazando al héroe de acero? (…)
Basta de pensamientos extraviados!! Ni una duda más…El mundo debe saber!! Una chica merece su voz en esta versión pusilánime la síntesis parisina.
Es que si somos la nada arrojada sobre el mundo, entonces somos la imaginación que emerge de ese instante. Estamos acá y somos todo lo inventado. El modo en que nos atraviesa y lo que hagamos de eso es mera creación. Pero me detengo en la instancia ariana, en el génesis y la reflexión lacónica de Sartre. Este es un momento iniciático y la nada, a la que por suerte distraemos facilmente, asusta por lo incierta. Soy en la misma medida el todo inventado y la nada absoluta latente. Me dispongo a desplegar el tejido tramado, creando sobre la reflexión con la palabra como aliada en un acto que se podría considerar friccionado y doloroso, un acto de arrojo.
Ya que estamos en el baile, bailamos…decía mi abuela, hasta sacar chispas del suelo. Y me viene a la mente la imagen de Superman cayendo como un meteorito hacia la Tierra, candente como un volcán y desprendiendo una estela de fuego elástica de su cuerpo.
Solo que él caía vencido por la Kriptonita, atraído por quien sabe que fuerza de gravedad escapada de la atmósfera hacia este planeta. Aclaro: el enemigo ya estaba vencido, obvio. ¿Habrá sido así de accidentada y odiosa nuestra forma de acabar en este recinto llamado mundo, tal como el muchachito de jopo perenne? ¿Expulsados de algún otro universo derrotados por nuestra debilidad, casi como un castigo? Pero…Miralo como lo cobijan los tiernos humanos… como lo revive el beso de su novia enamorada… ¿Lo adoran? ¡Le ponen de nuevo el traje y lo mandan a seguir salvando gentes, atajando misiles descompuestos y aviones incendiados! ¿No era al revés? ¿Si uno se sacrificaba y se moría, no se iba al cielo?
Naaaah… No more Hollywood, me quedo con Sartre. Sin antes y sin después, sin salvadores y sin promesas, después de todo quien quiere cargar con el plomo de ser bueno todo el tiempo.

Esto es el acabose!! Es una frase de una viñeta de Mafalda. ¿Porqué elijo esta particular cita para titular mi diario? Ustedes, amigos, pueden sacar la conclusión que les parezca. Tal como la interpreto yo, está íntimamente ceñida con la realidad, que a partir de aquel Mayo Francés se sabe circular y espiralada, tal como los aztecas percibían el tiempo.
Por lo demás, gracias por leer.